Ya no es inusual ver a los jabalíes en zonas urbanas, centros comerciales, jardines y en lugares donde menos se espera.
Estos animales han dejado de vivir únicamente en los montes y cada vez es más frecuente verlos pasar por nuestras calles como uno más.
Una situación que, por muy común que sea, no deja de sorprender a los transeúntes y testigos de sus apariciones. Con la llegada del verano, también se les puede ver en las playas de Málaga.
Concretamente, este fin de semana, una familia de cuatro jabatos se dejó ver por la playa de la Cala de Mijas. Ante la atenta mirada de los bañistas, dos jabalíes junto a sus crías paseaban libremente por la arena.
Una imagen que recuerda a la de hace apenas un mes, cuando una piara de siete jabalíes irrumpió en la zona de baño y se instaló bajo una sombrilla, en busca de comida.
A unos seis kilómetros, en la playa de Calahonda, otra pareja de jabalíes se refrescaba en la orilla, hundiendo su hocico en busca de alimentos. Afortunadamente, en ambos casos no se registraron heridos ni daños.
Sobrepoblación
Según los cálculos de la Consejería de Sostenibilidad de la Junta de Andalucía, en la provincia de Málaga hay unos 22.000 ejemplares.
La sobrepoblación de estos animales se debe principalmente a que ni el jabalí —especie autóctona— ni el cerdolí —especie invasora— tienen depredadores naturales, ya que en Málaga no hay lobos. Además, la presión cinegética (la caza) no es suficiente para equilibrar la población, que además se reproduce con rapidez, especialmente en el caso de los híbridos.
A esta proliferación de jabalíes e híbridos se suma el factor de la sequía, que ha generado una consecuente falta de agua y alimento, como bellotas y algarrobas. Por ello, estos animales se están desplazando a las ciudades en busca de “alimento fácil”, señala el presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, Juan Antonio de Luque