Soy mujer, soy ingeniera y puedo hacer lo que quiera. La frase no es un eslogan de manifestación, sino el estribillo de una canción elaborada por una alumna participante en un certamen organizado por la Real Academia de Ingeniería. Y tiene más profundidad de la que parece. También fue uno de los titulares que salieron de la II edición del encuentro Empresas y diversidad: pioneras, celebrado el pasado 23 de junio en el espacio Bertelsmann de Madrid, un evento organizado por Prensa Ibérica con el patrocinio de Acciona.
Bajo el lema “Referentes para un mundo igualitario”, cinco mujeres de bandera, cuatro ponentes y una moderadora, analizaron la paridad de géneros y salarios en las empresas, la importancia de la formación y del esfuerzo personal para alcanzar los objetivos, y el estado actual y perspectivas de la presencia femenina en el sector STEM, tradicionalmente uno de los más masculinizados. La fecha no fue casual:_el 23 de junio es el Día de la mujer en ingeniería.
Sara Gómez Martín, directora del proyecto Mujer e Ingeniería en la Real Academia de Ingeniería. citó la frase de apertura, que se ha convertido en un mantra para las ingenieras. Hace referencia a que “la ingeniería ofrece salidas laborales muy abiertas”, como puntualizó Camino San MIllán, directora de Diversidad de Inclusión de Acciona, “porque se puede terminar haciendo muchas cosas diferentes”.
Las cinco protagonistas del segundo encuentro Empresas y diversidad: pioneras, organizado por Prensa Ibérica y patrocinado por Acciona.. / .
Y también se refiere a que “las mujeres estamos acostumbradas al esfuerzo y la superación”, como señaló por su parte Ana Belén Noriega Bravo, decana-presidenta del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural. La suma de los dos aspectos termina otorgando la capacidad de hacer lo que uno (una) quiera.
Mujeres en el sector STEM en España
Atala Martín, moderadora del evento y directora de Branded Content en Prensa Ibérica, presentó a las invitadas y ofreció una introducción desconocida por la mayoría pero que conviene poner en valor: “España es el cuarto país europeo con menor brecha de género, solo por detrás de Suecia, Dinamarca y Países Bajos”. Y Camino San Millán, de Acciona, abundó en el análisis: “Aunque cada vez hay más mujeres en el sector STEM, las cifras siguen siendo bajas y en ingeniería la presencia femenina no llega al 30%”.
India y China generan millones de ingenieros cada año; la vieja Europa, no
Sara Gómez Martín, la directora del proyecto Mujer e Ingeniería, aportó su visión del porqué. “La formación es determinante, pero en España falta. India y China generan millones de ingenieros cada año; la vieja Europa, no. Y, al final, termina siendo un problema de Estado”. La educación y las oportunidades son, para Gómez Martín, las claves. “En China se beca a los mejores estudiantes para formarles en STEM, subvencionando incluso prácticas en el extranjero”.
Ana Belén, la decana-presidenta, abundó en la misma dirección: “Es un sector [el STEM] muy masculinizado. En el Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, por ejemplo, solo tenemos un 26% de mujeres. La mayoría de trabajadores, técnicos y operadores son hombres.”.
Pero la mejor de las noticias es que ya hay algunas áreas de la ingeniería en las que las mujeres sí son mayoría, como la iingeniería biomédica y la química.
Referentes: el inicio del camino
Claudia Rebollo, la más joven de las invitadas, creadora del espacio de divulgación científica Clau, quiero ser ingeniera, mostró su convencimiento sobre la importancia de crear referentes, “especialmente entre los jóvenes, las nuevas generaciones”. Rebollo prosiguió comentando que “algunos se están inspirando en mí”, y cerró señalando que, para ella, los referentes “fueron mis padres”.
Sara Gómez, por su lado, afirmó que “mi referente fue una monja, mi profesora de matemáticas. Llevar la contra a mi padre, que quería que fuera farmacéutica, también contribuyó a que me convirtiera en ingeniera”. Pero la directora del proyecto Mujer e Ingeniería tocó otro punto de interés: “Los recién graduados no saben qué hacer, conviene orientarles, y les da igual quién fue Marie Curie. Por eso prefiero las mentorías a los referentes, y sobre todo las mentorías en empresas, que pueden ayudar mucho y cambiar la vida”.
Margarita Salas, discípula de Severo Ochoa, fue una de las personalidades históricas citadas
“Mis referentes fueron mis profesores”, señaló Ana Belén, la decana-presidenta del Colegio Oficial. “Pero también mi madre y mi hermana, y personalidades como Margarita Salas [bioquímica, discípula de Severo Ochoa] y Lola Martínez Barrio [primera ingeniera forestal de España]”.
Camino San Millán, la responsable de Diversidad e Inclusión de Acciona, apostó por “acercar el día a día” de la ingeniería para dar a conocer los atractivos de la disciplina y fomentar así la llegada de nuevos profesionales. “En ingeniería se trabaja en equipo y se cultivan habilidades como la creatividad, la resolución de problemas, la psicología… habilidades que no suelen relacionarse a priori con la imagen que uno tiene de un ingeniero”, cerró San Millán.
Los desafíos pendientes y el valor social
Claudia Rebollo sentenció que “los ingenieros no somos frikis, y las redes sociales son una oportunidad para demostrarlo y llegar a las nuevas generaciones. Yo soy optimista de cara al futuro”, concluyó la creadora del espacio de divulgación.
El cuidado de los bosques puede permitir que un pueblo beba agua limpia y no barro
Ana Belén Noriega Bravo destacó el rol medioambiental que puede tener la ingeniería, señalando que “la mitad de España es territorio forestal, y hacen falta más ingenieros forestales para cuidarlo: que un pueblo tenga agua limpia y no barro puede depender de la conservación de sus bosques. Pero hoy, apenas hay 875 mujeres en esta área en España”.
Y Sara Gómez Martín sostuvo que “la formación del talento es clave y comienza con la educación. La mayor parte del profesorado son mujeres, pero estas no han tenido ninguna enseñanza específica [orientada a STEM]. Hay que formar a los que forman”. Además, la directora del proyecto Mujer e Ingeniería señaló que, en general, “se paga poco y mal, con una brecha salarial que sigue existiendo y, hoy. el salario de las mujeres se sitúa un 17% por debajo del de los hombres”.
Pero terminó con una interpretación más positiva y especialmente llamativa. “Si se tiene en cuenta la vertiente social de la ingeniería, desde el agua potabilizada y las canalizaciones sanitarias hasta el desarrollo de infraestructuras y la conservación de los bosques, se puede decir que los ingenieros han salvado incluso más vidas que los médicos”.