El juicio celebrado por la sección segunda de la Audiencia provincial de Córdoba para el esclarecimiento del crimen del Santuario, donde un vecino falleció tras recibir 21 puñaladas en un bar, ha quedado visto para sentencia este miércoles con la supuesta responsabilidad civil como único aspecto a resolver. La reclamación se dirige contra la compañía aseguradora y el propietario del negocio.
En este sentido, el acusado ha admitido el asesinato y aceptó ayer martes el internamiento en un centro psiquiátrico penitenciario por un periodo de hasta 12 años. Durante la primera sesión del juicio, también comunicó que ofrecía una vivienda en concepto de indemnización para la familia de la víctima, que tenía cinco hermanos.
Sin embargo, fuentes consultadas aluden a la posibilidad de que ese inmueble no cubra la indemnización reclamada. La acusación particular solicita 50.000 euros para cada uno de los hermanos, en tanto que el Ministerio Fiscal habría planteado inicialmente la cantidad de 20.000 euros.
Por ello, ahora será necesario esperar a conocer la decisión que adopta la Audiencia provincial sobre la demanda de responsabilidad dirigida contra la aseguradora del negocio, como presunta responsable civil directa, y también contra el propietario del establecimiento, como supuesto responsable civil subsidiario.
El dueño del bar afirma que ya no trabajaba allí
Una de las claves del juicio ha sido, precisamente, la situación laboral del procesado, que trabajó como camarero en el bar. La defensa del dueño del negocio sostiene que, en el momento de los hechos, ya no prestaba servicio. Los testigos afirman que esa noche fueron atendidos por el propietario, pero durante la vista oral se ha debatido si solicitó al acusado que ejerciera como encargado mientras tiraba la basura, que fue cuando ocurrieron los hechos.
Así, la defensa del dueño del negocio afirma que no trabajaba allí cuando cometió el delito; tampoco existe relación de causalidad entre los hechos y esa actividad (sufre una patología mental y cometió un «acto psicótico», según el forense) y se ha determinado que es inimputable, por lo que «no se le puede condenar», recuerdan las mismas fuentes, aunque sí adoptar la medida de seguridad de internarle en un centro psiquiátrico.
