Eduardo Manso, director del Departamento de Información Financiera y Corporativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha declarado este jueves ante la Audiencia Nacional y ha sido contundente al mostrar su desacuerdo con “bastantes” aspectos del informe que Gotham City Research publicó sobre Grifols el pasado 9 de enero.
El testimonio de Manso se produce en el marco de la investigación abierta por el juez José Luis Calama contra el fondo bajista estadounidense y su matriz, General Industrial Partners (GIP), por una posible manipulación informativa. La denuncia, admitida a trámite en noviembre de 2024 a instancias de la Fiscalía Anticorrupción, señala que Gotham podría haber difundido información engañosa con la finalidad de provocar una caída bursátil en Grifols —empresa del Ibex 35— y obtener beneficios mediante posiciones cortas.
Dos informes, dos objetivos
Durante su intervención, Manso ha querido dejar claro que el informe de Gotham es “muy distinto” al que realiza la CNMV. “Nosotros verificamos si una empresa cumple con las normas contables; ellos pretendían demostrar que las acciones de Grifols no valen nada”, afirmó. Esta diferencia de enfoque ha llevado al supervisor a rechazar múltiples afirmaciones contenidas en el documento de Gotham.
Aunque tanto el regulador como el fondo coincidieron en que existían ciertas carencias en la información financiera de Grifols, Manso remarcó que el informe de Gotham “va mucho más allá” al calificar como erróneos ciertos datos que la CNMV considera simplemente mal explicados.
Las conclusiones de la CNMV: carencias, pero no errores graves
Tras la publicación del informe de Gotham, que se tradujo en una caída del 35% en el valor bursátil de Grifols en un solo día, la CNMV abrió una investigación y en marzo de 2024 publicó sus conclusiones preliminares. En ellas, identificaba “deficiencias relevantes” en las cuentas de 2022 y 2023, especialmente en los desgloses y explicaciones, pero descartaba errores contables significativos.
Además, si bien se abrieron expedientes sancionadores contra Gotham, GIP y también contra la propia Grifols, la CNMV recalcó que las magnitudes contables básicas eran correctas, salvo en dos operaciones concretas (Inmunotek y SRAAS) que la farmacéutica ya había reexpresado.
La clave: la transparencia y la comprensión por parte del inversor
La crítica más severa del organismo supervisor no apuntó tanto a falsedades como a una falta de claridad. En palabras del propio Manso y según refleja el informe del regulador, “la capacidad de los inversores para entender adecuadamente la situación financiera de Grifols se vio comprometida por la forma en que se presentó la información”.
El proceso judicial continuará en los próximos meses y se espera que arroje luz sobre el delicado equilibrio entre el derecho a la crítica financiera y la posible manipulación de mercado. Mientras tanto, la CNMV insiste: Grifols falló en transparencia, pero no mintió en sus cifras.