La zona sur de Villa Carlos Paz vivió un fin de semana de terror. Al robo de una moto.en barrio Sol y Río se le agregó otro en la panadería Meca, con dos sucursales en Villa Carlos Paz, que volvió a vivir un episodio de inseguridad que dejó destrozos y preocupación en su propietaria, Mercedes.
Esta vez el hecho ocurrió el fin de semana en el local ubicado sobre avenida Perón al 1300 se convirtió en el octavo ataque que enfrentaron en los últimos meses, varios de los cuales incluyeron daños materiales significativos.
Según reconstruyeron esta vez.el.hecho delictivo ocurrió el sabado cuando un delincuente utilizó piedras de gran tamaño —guardadas previamente en un tacho de basura sobre la vereda frente al comercio— para romper los vidrios e ingresar al comercio.
Las cámaras de seguridad registraron cómo primero intentó acceder sin éxito, regresó para buscar más piedras y finalmente terminó de romper uno de los ventanales y el mostrador con el mismo elemento. Todo quedó registrado en el video de la cámara de seguridad.
Pese a la violencia del ingreso, el ladrón solo sustrajo el dinero de la caja de seguridades (el cambio que dejaron esa noche) y un celular del negocio, que contenía una carpeta con alrededor de 8.000 contactos de clientes acumulados durante años.
Según relató la propietaria, ese sábado estaban en un casamiento cuando recibieron el aviso de una clienta que vio el daño en la panadería. Otra ex empleada también alertó sobre la situación y ambas mujeres llamaron a la policía. Según su relato, la primera respuesta policial fue que “eran solo.chicos jugando” y debieron insistir para que se constatara el hecho.
A diferencia de ocasiones anteriores, la alarma no activó la bomba de humo ni notificó a la central. “Esta vez solo sonó, no funcionó como siempre”, lamentó Mercedes, recordando un ataque previo en la sucursal de calle Redentor donde el sistema había evitado un daño mayor.
La odisea de denunciar
El fin de semana también quedó marcado por la experiencia en la unidad judicial. La dueña contó que esperó más de una hora y media para hacer la denuncia y que incluso discutieron con personal judicial por la demora y el destrato. Finalmente, entregaron fotos y videos en un CD para la investigación.
Mercedes contó que varios clientes le contaron que el agresor es conocido en el barrio y que incluso le aportaron nombre, domicilio y movimientos del sospechoso. “Hace dos semanas salió de la cárcel y todos saben dónde vive”, señaló.
Esa misma noche, junto a familiares y empleados, reforzaron el local con rejas y cadenas para evitar nuevos hechos. “Fue un fin de semana de terror”, resumió la dueña.
La panadería, con siete años de trayectoria en la ciudad, atraviesa su peor período en materia de seguridad. “Carlos Paz ya no es como antes, está muy peligroso”, afirmó.
