El fiscal Pilnik lo imputó por lesiones graves agravadas por violencia de género y violación de domicilio
Un grave caso de violencia de género y vulneración de la intimidad sacude a la Policía de Córdoba, tras la detención del cabo Germán Peralta, acusado de filmar y fotografiar en secreto a sus compañeras mientras utilizaban los baños del área de Medicina Laboral de la Jefatura.
El operativo se concretó esta semana por orden del fiscal de Ciberdelitos, Franco Pilnik, quien imputó al uniformado por lesiones graves agravadas por violencia de género y violación de domicilio. En su poder, los investigadores habrían encontrado imágenes y videos de decenas de mujeres policías, registrados sin su consentimiento en un espacio de uso exclusivo del personal femenino.
El caso comenzó a fines de julio, cuando una oficial que se encontraba en el baño notó una mano con un celular asomando por un hueco en la pared, apuntando directamente hacia ella. La denuncia interna derivó en una investigación que permitió identificar al presunto autor y secuestrar su teléfono, donde se halló un archivo fotográfico comprometedor.
Según confirmaron fuentes judiciales, varias víctimas ya se reconocieron en las imágenes, y no se descarta que puedan sumarse nuevas denuncias. Una de las damnificadas relató que el hecho le provocó un fuerte impacto psicológico y que permanece con carpeta psiquiátrica desde hace más de dos meses.
El abogado Carlos Nayi, representante de las policías afectadas, calificó el accionar del acusado como “conductas perversas que implican un delito grave”, mientras que desde la fuerza provincial se dispuso el apartamiento inmediato del efectivo y la apertura de un sumario administrativo.
La Fiscalía continúa analizando el contenido secuestrado para determinar el alcance del material y la posible difusión de las imágenes.