Crujientes, aromáticos y versátiles, los palitos saborizados son una de esas recetas que nunca fallan. Perfectos para acompañar una picada, un dip o una sopa caliente, también son un excelente snack para tener siempre a mano.
A diferencia de los industriales, los caseros tienen una textura más ligera y un sabor más natural, ya que se preparan sin conservantes y permiten elegir las combinaciones de condimentos según el gusto de cada uno.
Ingredientes
2 tazas de harina común (000 o 0000)
½ taza de agua tibia
¼ taza de aceite de oliva o girasol
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de polvo de hornear
Condimentos a gusto: orégano, ajo en polvo, pimentón, queso rallado, romero, sésamo o semillas de chía
Preparación paso a paso
Formar la masa: En un bowl, mezclar la harina, la sal y el polvo de hornear. Agregar el aceite y el agua tibia de a poco, hasta lograr una masa suave que no se pegue a las manos.
Saborizar: Incorporar las hierbas o condimentos elegidos. Si se usa queso, agregarlo al final del amasado.
Estirar y cortar: Estirar la masa con palo de amasar hasta lograr medio centímetro de espesor. Cortar en tiras del tamaño deseado (de 10 a 15 cm).
Hornear: Colocar los palitos en una placa aceitada o con papel manteca. Cocinar en horno precalentado a 180 °C durante 15 a 20 minutos, hasta que estén dorados.
Dejar enfriar: Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla. Se conservarán crocantes por varios días en frascos o latas herméticas.
Variantes recomendadas
De ajo y perejil: mezclar en la masa ajo en polvo y perejil seco.
De queso y pimienta: sumar 3 cucharadas de queso rallado y una pizca de pimienta negra.
De semillas: cubrir con sésamo, lino o chía antes de hornear.
Integrales: reemplazar la mitad de la harina por harina integral.
