Fue campeón del mundo con Brasil en 2002 y tuvo el honor de portar la cinta de capitán de la Verdeamarela durante varios años. Sin embargo, la experiencia más complicada de su vida la vivió retirado. A cuatro meses del incendio que casi le cuesta la vida, Lucio reapareció públicamente y brindó detalles del calvario que protagonizó cuando se prendió fuego una casa en la que se encontraba.
El ex defensor (que militó en clubes como Inter, Palmeiras y Bayern Munich, entre otros) terminó con el 18% de su cuerpo quemado. Por lo tanto, permaneció internado durante 20 días. No obstante, afortunadamente, pudo salir adelante. «Estoy aquí para contarlo. Dios me dio una segunda mitad del partido«, reconoció en diálogo con La Gazzetta de Italia.
Lucio con Diego Milito en Inter. (REUTER)
Luego, recordó: «Ocurrió de repente, mientras cenaba en casa de un amigo, poco después de celebrar mi 47º cumpleaños el 8 de mayo. En un momento dado, la chimenea se apagó y, por desgracia, un amigo, intentando reavivar el fuego, le echó una lata de alcohol encima, y fue entonces cuando se produjo la explosión. Solo recuerdo las llamas en la cara, los brazos y las piernas. Mi esposa resultó ilesa, y en ese momento me tiré a la piscina. Me trasladaron de Brasilia a Rio Grande do Sul el 21 de mayo y recuerdo bien lo difícil que fue dormir por el dolor. Nunca había pasado tanto tiempo en el hospital. Las operaciones fueron necesarias para extraer tejido y vendajes específicos«.
Más tarde, explicó: «Todavía me faltan algunos meses para recuperarme al 100, pero puedo decir que lo peor ya pasó. La hospitalización fue lo más difícil, un verdadero trauma. Las quemaduras son lesiones muy difíciles de tratar, tanto física como psicológicamente«. Y remarcó: «Me llevará tiempo superar el impacto, sobre todo mental. Sigo con el tratamiento de la piel, que lleva mucho tiempo, pero estoy mejorando».
La historia de Lucio, el ex futbolista campeón del mundo que sufrió quemaduras por un incendio
Nacido en el Distrito Federal el 8 de mayo de 1978, Lucio da Silva Ferreira comenzó su carrera en Guará (donde ganó el estadual de 1997), para luego pegar el salto al Inter de Puerto Alegre, club con el que conquistó el Gaúcho de 1998.
Tras buenas actuaciones en el plano local, la temporada 2000-01 fue un punto de inflexión. En ese momento, fue convocado por primera vez por Brasil para representar a la Mayor y armó las valijas rumbo a Europa para sumarse al Bayer Leverkusen.
Luego, el 2002 también fue sumamente especial. Con 24 años, siendo jugador del Bayern Munich desde hace un año, fue titular en todos los compromisos que su combinado patrio afrontó en el Mundial de Corea-Japón, incluyendo la final ante Alemania donde dos goles de Ronaldo le bordó a la Canarinha su quinta y hasta ahora última estrella por encima del escudo. En 2005 y 2009 obtendría, además, dos Copas Confederaciones.
Tras ganar ocho títulos con los bávaros, en 2009 cambiaría de aires. Inter lo acobijó entre 2009 y 2012, etapa en la que conquistó la Copa Italia (en dos ocasiones), la Supercopa y la ya mencionada UEFA Champions League 2009-10. En 2012 mudó sus dotes a Turín para ponerse la camiseta de la Juventus, con la que obtuvo la Supercopa de Italia.
Lucio con Lula da Silva. (EFE)
Entre 2013 y 2019, salvo por un fugaz paso por el FC Goa de la India entre 2015 y 2016, se desempeñó en su país. San Pablo primero, Palmeiras luego. Dos años después de su retorno desde Asia, sumó sus últimos dos capítulos: Gama en 2018 y Brasiliense en 2019.