La comunidad franciscana de Lucena recibirá la contribución económica de la Diputación de Córdoba para acometer sucesivas fases de recomposición del histórico claustro del convento y la galería de la primera planta. Ostensibles deterioros y progresivos daños estéticos y funcionales menoscaban un excepcional recinto del siglo XVII.
El peligro de derrumbe, los destrozos en la solería y el desplome de los revestimientos han alertado durante los últimos años a la congregación religiosa, intensificándose las peticiones a las instituciones públicas y la organización de acciones benéficas para obtener fondos. En primera instancia, Beatriz Romero y Francisco Garrido, técnicos de la Diputación, han analizado en los últimos meses las deficiencias arquitectónicas del edificio y las patologías persistentes.
Las conclusiones elaboradas descartan «daños estructurales de consideración» y vinculan las afecciones en el artesonado, la superficie o los paramentos a las múltiples filtraciones y humedades. En consecuencia, una primera actuación «urgente», cuantificada en 123.000 euros, consistirá en atajar las anomalías en las canalizaciones y evacuación de las aguas pluviales, así como la aplicación de materiales adecuados en las redes de saneamiento.
Visital institucional al convento
Durante una nueva visita al claustro del convento, Salvador Fuentes, presidente de la Diputación, afirmó que la institución provincial «tutelará» la actuación con la implicación de sus técnicos y se comprometió a afrontar el porcentaje del importe pendiente, una vez la comunidad franciscana aporte el dinero obtenido a través de donaciones y campañas.
En años sucesivos, la Diputación y la comunidad religiosa trabajarán conjuntamente con el objetivo de materializar siguientes fases, añadió Fuentes.
Recientemente, la comunidad ha asumido unos trabajos inaplazables en los tejados. El alcalde, Aurelio Fernández, remarcó que «esta casa siempre está abierta y es de todos» y la calificó como «historia de Lucena». Finalmente, el guardián del convento, Antonio Herrera, sentenció que «Lucena no puede perder este patrimonio» y mostró su deseo de que la localidad «recupere para siempre» la belleza del claustro.