Las cifras oficiales muestran una evolución divergente en los delitossexuales, particularmente las violaciones, entre países europeos conenfoques migratorios opuestos.
El caso de Polonia y el Reino Unido, en ese sentido, ofrece un contraste significativo: mientras que el primero ha logrado reducir estos delitos en más de un 50% en los últimos 25 años, el segundo ha registrado un aumento de casi 700% en el mismo período.
Según estadísticas oficiales, en el año 2000 Polonia registraba 2.399 casos de violación, mientras que en 2024 esa cifra se redujo a 1.127, lo que representa una disminución del 53%.
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Por el contrario, en el Reino Unido los casos pasaron de 8.593 en 2000 a 68.109 en 2024, lo que equivale a un incremento del 692%. Estos datos reflejan un fenómeno complejo en el que convergen factores demográficos, sociales y de política pública, pero donde el enfoque migratorio adquiere un rol destacado.
Polonia, desde hace años, ha optado por una política migratoria estricta, con énfasis en la protección de sus fronteras y un fuerte rechazo a los mecanismos de reubicación obligatoria de migrantes promovidos por la Unión Europea.
Actualmente, el país cuenta con una de las proporciones más bajas de inmigrantes extracomunitarios dentro del bloque, con un porcentaje estimado en torno al 2%. El fortalecimiento del control fronterizo, especialmente desde el ascenso al poder del partido Ley y Justicia (PiS), ha sido un componente central en las políticas de seguridad interna.
En contraste, el Reino Unido ha experimentado un notable cambio demográfico durante las últimas dos décadas. De acuerdo con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), la población nacida fuera del país pasó de 4,9 millones en 2004 a más de 10 millones en 2023. Un porcentaje importante de este crecimiento corresponde a inmigrantes provenientes de regiones como Asia, África y Oriente Medio, muchos de ellos llegados en condición de solicitantes de asilo o mediante rutas irregulares, especialmente a través del Canal de la Mancha.
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A pesar de la salida de la Unión Europea y de los compromisos asumidos por los sucesivos gobiernos británicos en materia de control migratorio, las entradas irregulares continúan y el sistema de verificación de antecedentes de quienes ingresan ha sido objeto de múltiples cuestionamientos.
Distintos analistas señalan que este incremento en los delitos sexuales puede estar asociado a una política migratoria deficiente y a la falta de integración de ciertos grupos.
En este contexto, Polonia aparece como un modelo de referencia para quienes consideran que la seguridad ciudadana requiere de políticas migratorias claras, controles efectivos y soberanía en la gestión de fronteras.