El Fondo Monetario Internacional (FMI) llenó de elogios al programa económico del Gobierno y le perdonará al ministro de Economía, Luis Caputo, las exigencias de reservas durante todo el año 2025. Pero además, el organismo acercó la lupa para mirar la sostenibilidad de la deuda pública y encontró algunos signos de alerta. Para mantener el equilibrio, le pidió a la administración libertaria un súper ajuste extra sobre las jubilaciones, los subsidios y la Asignación Universal por Hijo (AUH). Una motosierra adicional que trabajará sobre la delicada línea entre la tolerancia de la opinión pública y el termómetro social, en pleno año electoral.
“El personal técnico evalúa que la deuda de Argentina sigue siendo ‘sostenible, pero no con alta probabilidad’”, indicó el Staff Level Agreement, es decir, la letra chica detrás de la aprobación de la primera revisión que habilitó el jueves pasado el giro de los USD 2.000 millones. Según este análisis, el pasivo público bruto disminuirá de alrededor del 85% del PIB en 2024 a aproximadamente el 55% para 2030 y, para que se cumpla la proyección, la base es “una consolidación fiscal adicional, ya que el aumento proyectado en el pago de intereses requerirá un superávit primario más sólido de aproximadamente 2,5% del PIB a partir de 2027 para mantener un equilibrio general”.
“El riesgo soberano sigue siendo alto debido a la frágil posición de las reservas internacionales, la gran necesidad de financiamiento bruto del país y un acceso aún limitado a los mercados de capital internacionales. No obstante, el progreso en el programa fiscal y el acceso continuo al mercado han ayudado a disminuir gradualmente los riesgos asociados a la deuda”, aclaró.
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En ese camino, el primer paso es alcanzar la meta de superávit fiscal del 1,6% del PBI (un 0,3% más ambiciosa que el 1,3% del producto propuesto en abril) para el 2025, una cifra con la que el equipo económico se siente cómodo, pero que le requerirá muñeca política y timing para aplicar el ajustazo.
Cambios en la Asignación Universal por Hijo (AUH)
De acuerdo al documento, este superávit más alto “se sustentará en controles de gastos más estrictos, así como en mejoras de eficiencia en los programas sociales”. Para eso, el Fondo y la plana mayor del equipo económico acordó modificar los “controles de elegibilidad mejorados para las pensiones por discapacidad y la Asignación Universal por Hijo (AUH)”. Es decir: habría cambios en la base de beneficiarios de la asignación a partir de “la integración de varias bases de datos sociales en un registro social único (meta estructural para fines de diciembre de 2025)”.
Jubilaciones, a raya
El FMI hizo las cuentas sobre el gasto en jubilaciones y el resultado, con la fórmula que diseñó y aplica el Gobierno, es que represente alrededor del 6% interanual, después de haberse contraído un 28% en 2024. En ese contexto, pidió dar prioridad a una reforma previsional, con fecha a diciembre de 2026, que simplifique un sistema «altamente fragmentado», con el fin de mejorar la proporcionalidad entre las contribuciones y los beneficios.
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En el mientras tanto, especificó que el Ejecutivo debe continuar “resistiendo nuevas iniciativas de gasto no financiadas”, en referencia a los proyectos aprobados por el Congreso para aumentar los haberes un 7% y descongelar el bono para la mínima de $70.000 a $110.000 que —explicita el texto— el jefe de Estado anunció que iba a vetar.
Más recortes de subsidios
Otro de los recortes extra pasará por los subsidios a la energía. Además de promover el ajuste de la ayuda estatal para el pago de servicios, el Fondo especificó que Argentina deberá comprometerse a que las tarifas de electricidad “aumenten mensualmente a partir de junio de 2025 y continúen durante los próximos 30 meses”. Está contemplado que el alza provoque una presión sobre la inflación y los precios de la energía, explicita el SLA.
“Las autoridades reducirán los subsidios a la energía y acercarán aún más las tarifas de electricidad y gas a la recuperación de costos. Esto se complementará con esfuerzos para fortalecer la competencia en el mercado mayorista de electricidad para aliviar las presiones en la cadena de pagos y evitar atrasos entre las distribuidoras de electricidad y la empresa mayorista de electricidad de propiedad pública, CAMMESA”, indicó el staff del Fondo.
Tasas altas: la política financiera que sigue el plan del FMI
En materia de sostenibilidad de la deuda, el FMI aseguró que Argentina mantiene un buen rollover de su deuda en pesos, pero que, para continuar en ese proceso, el Tesoro deberá seguir convalidando tasas de interés “lo suficientemente altas como para atraer una demanda razonable de sus títulos”. Esta salvedad se da luego de semanas en las que la Secretaría de Finanzas duplicó el porcentaje que pagó por Lecaps a corto plazo luego del desarme de las LEFI que usaban los bancos para financiarse, que provocó un desorden en la curva de pesos y trasladó esa tensión al dólar.
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“Los riesgos de refinanciación en el próximo año parecen manejables, dado el nivel actual de los depósitos en efectivo en pesos del Gobierno (de alrededor de 20 billones de ARS en el BCRA y el Banco Nación a principios de julio), en parte debido a las ganancias del BCRA para el Tesoro (de alrededor de 12 billones de ARS) provenientes de mejoras significativas en la valoración de los títulos del Gobierno. En el próximo período, el Tesoro deberá seguir aceptando tasas de interés lo suficientemente altas como para atraer una demanda razonable de sus títulos”, indicó el documento.
AM/ML