La segunda edición de ‘La casa de los gemelos’, el polémico reality digital de Zona Gemelos, sigue generando titulares por el fichaje televisivo que estaba preparando para su regreso. Uno de los nombres que más había sonado era el de Aída Nízar, que negoció su participación y llegó incluso a pactar un caché de unos 35.000 euros. Sin embargo, la histórica concursante de realities ha decidido dar marcha atrás, tal y como desvela El Confi TV.
Nízar asegura al citado medio que aceptó escuchar la propuesta sin haber visto la primera edición del formato, del que solo conocía fragmentos comentados en tertulias. “Me entero porque un vídeo mío se viraliza y la gente empieza a decirme que tengo que ir al programa de unos tal gemelos”, relata. Tras negociar el sueldo, decidió revisar el contenido emitido y esa fue la clave para cambiar de opinión: “Anoche vi las imágenes y me escandalicé. En mi vida había visto algo así. Es una bazofia y me ofende que me hayan visto capaz de decir que sí. No hay dinero para comprar mi dignidad”.
La televisiva insiste en que no quiere vincular su imagen a un formato que considera incompatible con su forma de vida: “Aída no bebe, no fuma, no se droga… no formo parte del mundo de las adicciones que transforma personalidades. Quiero que mis sobrinos estén orgullosos de mí”. También afirma sentirse molesta consigo misma por haber contemplado la posibilidad: “Estoy indignada por haberlo pensado siquiera”.
Aída va aún más lejos al describir el contenido del reality y los comportamientos que, según ella, habría visto en los vídeos consultados. “Una cosa es que sea revolucionaria y otra participar en un circo romano con agresiones físicas. Esto no es entretenimiento, ni un reality. Es como si cojo mierda del váter y me la unto en la cara”, sentencia. Su preocupación, dice, es que alguien creyera que encajaba en un espacio que califica de “vicio, perversión y faltas de respeto”.
Pese a reconocer que accedió a negociar y que ahora rompe ese compromiso verbal, afirma que no tiene dudas sobre su decisión: “Pueden decir que me pagan lo que pedí y que ahora digo que no, pero no quiero formar parte de esto. He sido ingenua, pero no he traicionado a nadie”. La televisiva recalca que no siente miedo, sino firmeza: “Me encantan los retos televisivos, pero esto no es ni un reto. Es una asquerosidad”. Y concluye con un último reproche: “Detrás del reality está un productor de un importantísimo programa… y me indigna que sí me quiera para esto, pero no para llevarme a su espacio”.
