Con el impulso de su beatificación de María del Tránsito Cabanillas en 2002 por parte del Papa Juan Pablo II, en Villa Carlos Paz se ideó el circuito turístico El Paseo de la Madre con dos circuitos, uno en la ciudad y otro alrededor del lago San Roque.
Con los años, ese paseo no tuvo mantenimiento y un recambio en el plantel de sacerdotes lo sepultó. Solo quedaron vestigios en algunas parroquias y vestigios de la señalética que se había instalado en la vía pública.
El Paseo de la Madre era un circuito turístico histórico-religioso, que combinaba vistas panorámicas, valiosísimas reseñas históricas y profundas demostraciones de fe.
El recorrido concentraba datos y lugares de hechos que fueron preponderantes para la organización y el desarrollo nacional: la batalla San Roque librada entre unitarios y federales; la construcción del dique San Roque, símbolo del auge de la ingeniería hidráulica en Sudamérica, y que involucró a los máximos exponentes de la técnica mundial como el francés Alexandre Gustave Eiffel, Juan Bialet Massé, Esteban Dumesnil y Carlos Cassaffousth.
La beata carlospacense
La Madre María del Tránsito Cabanillas de Jesús Sacramentado (1821/1885), nació en la estancia Santa Leocadia, -hoy Villa Carlos Paz- el 15 de agosto de 1821, y sus enseñanzas y milagros movilizan a millones de feligreses.
Los primeros años de vida de esta monja carlospacense, de esta abnegada y virtuosa mujer cordobesa, están entre los misterios que quedaron bajo las aguas del lago San Roque. La riquísima vida espiritual, de hacedora y de santidad que dejó la punillense María del Tránsito Eugenia, Dolores Cabanillas, seduce aún más conocer y pasear por el emblemático embalse.
La madre Tránsito no sólo fue una mujer poseedora de carismas sino fue una militante de la dignidad y de la trascendencia a través de la cultura del trabajo. Fundó escuelas, fundó la Congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, llevó la humildad como estandarte y del sufrimiento de la guerra, del quebranto económico de su familia, de la injusticia de los hombres de su propia Iglesia, se nutrió su Fe y el amor que derrama hoy entre quienes la ven y la sienten representante de Dios.
Una de las imágenes más veneradas y antiguas de la región fue la de Nuestra Señora del Carmen; y una de las más recientes, es la de María que Desata los Nudos.
El Paseo las unía a todas, con la gruta de María Rosa Mística, y las Iglesias del Sagrado Corazón y del Niño Dios.
Los circuitos
El Paseo de la Madre que se ideó en el 2002 tenía dos circuitos: uno, denominado «Chico» que unía la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, en pleno centro de Carlos Paz, con La Quinta del Niño Dios, pasando por el Sagrado Corazón de Jesús.
El Circuito Chico integraba tres complejos turísticos religiosos enclavados en Carlos Paz. El de Nuestra Señora del Carmen, que comprende la Iglesia con una riquísima historia y el descanso de los fundadores de la villa. El del Sagrado Corazón, cuya arquitectura tiene un valor relevante y realiza por un profesional de trascendencia internacional como fue el arquitecto y urbanista Roca, y, a ello se le sumaba el emblemático reloj Cu Cú.
Y La Quinta del Niño Dios, con el Parque Estancia La Quinta, y el importantísimo legado que dejaran los jesuíticas que incluye la permanencia allí de quien hoy es el papa Francisco.
El Circuito Grande se extendía alrededor del lago. Se iniciaba como el Chico en pleno centro carlospacense, en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen. De allí se recorría ocho kilómetros hasta el dique San Roque por el serpenteante camino denominado de las 100 curvas.
Esta ruta serpentea el lago y presenta miradores en cada tramo. Cruza el barrio residencial Costa Azul y el sector de clubes náuticos hasta la Estación de Piscicultura.
Por el paredón se cruzaba a la costa Este del San Roque y se tomaba la ruta E-55, se atravesaba la zona de pescadores y se llegaba al paraje Perla del Lago, donde se erige la Gruta de la Virgen María que Desata los Nudos. Luego se seguía por la ruta E-55 y se asomaba a la comuna San Roque y la Plaza Federal.
De allí y por la misma ruta se bordeaba el lago hasta la desembocadura del río Cosquín, donde mediante el puente se regresaba al Oeste, y se llegaba al cruce de las rutas E-55 y 38. Se atravesaba la 38 y por un camino serrano se llegaba a la Gruta de María Rosa Mística, ubicada en el corazón de las sierras de Bialet Massé.
Luego se retomaba por la ruta 38 y con otra vista del lago, desde Parque Síquiman, Villa Santa Cruz del Lago y Villa del Lago, se emprendía el regreso a Carlos Paz. Se cruzaba el centenario Puente Negro y por el Boulevard Sarmiento se transitaba hasta el complejo turístico que conforman la Iglesia Sagrado Corazón y reloj Cu Cú.
Por último, por el Boulevard Sarmiento y la avenida Asunción se llegaba al final del Paseo, en el barrio populoso de La Quinta; al Parque Estancia La Quinta y la Iglesia del Niño Dios.
