El periodista y ahora exdirector ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Fernando Galarraga, habló en el programa Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3), sobre las irregularidades en la gestión libertaria del organismo. Señaló que estas acciones no solo afectaron a los beneficiarios, sino que también debilitaron gravemente el funcionamiento del organismo y la confianza en la institución: “Usar la agencia para este ensañamiento con las personas y este saqueo de la caja de ANDIS es inaceptable”.
El periodista y especialista en discapacidad Fernando Galarraga fue director ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad entre 2020 y 2023, organismo encargado de gestionar la asistencia a personas con discapacidad. Su formación incluye la licenciatura en Comunicación, la docencia, conferencias sobre derechos humanos, y el cargo de secretario general de la Federación Argentina de Deportes para Ciegos. Además, fue la primera persona con discapacidad en conducir la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) y su lema es “Nada acerca de nosotros sin nosotros”.
¿Cuál es su testimonio sobre lo que está ocurriendo actualmente en la dirección que usted condujo en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS)?
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Es algo muy triste, porque ocurre dentro del organismo cuya principal responsabilidad es ampliar derechos y garantizar el rol del Estado para acompañar a un sector siempre vulnerable. Hasta ahora se logró que se dicte una ley de emergencia, que aún no está firme pero podría aprobarse en pocos días, y esa emergencia fue provocada por políticas públicas impulsadas desde la propia ANDIS. Que esto se esté tratando en estas circunstancias resulta muy doloroso, y ojalá la justicia pueda esclarecerlo, porque el daño a este sector es fuerte y complejo, y recuperar todo será muy difícil.
¿Cómo fue la relación cuando usted dirigía la misma dirección que luego condujo Spagnuolo con el laboratorio Suizo Argentino, considerando que todo indicaría que la nueva gestión multiplicó varias veces la cantidad de contratos que tenía en el pasado?
Suizo Argentino era uno de los pocos proveedores de medicamentos de alto costo en el país, capaces de responder con rapidez y urgencia a pedidos que a veces eran importados, y de entregar en cualquier parte del territorio para salvar vidas, esperando el pago del Estado durante varios meses. Dentro de esa operatoria, formaba parte de ese reducido grupo crítico, ya desde la gestión macrista y también con otros organismos públicos de salud.
¿Usted escuchó que se priorizó a ese laboratorio en detrimento de los otros cuatro o cinco proveedores? ¿Recibió denuncias o comentarios al respecto?
A lo largo de la transición, no mantuve contacto con el personal que quedó en la dirección sobre supuestas priorizaciones del laboratorio respecto a otros proveedores; todos los funcionarios que me acompañaron en la gestión se retiraron poco después de ordenada la transición, mostrando cómo funcionaba el sistema.
Claudio Mardones: Cuando llegó el momento del cambio de autoridades, ¿tuvo oportunidad de intercambiar alguna información con Spagnuolo? ¿Cómo fue ese proceso de transición y pudo mantener contacto con el nuevo equipo? ¿Qué consultas se realizaron, en caso de que las hubiera?
Cuando llegó la transición con Diego Spagnuolo, solo recibí una llamada telefónica a fines de diciembre, en la que me informó que sería el nuevo titular. Le comuniqué que yo había renunciado el 10 de diciembre y que ya no asistía a la agencia, aunque algunos directores nacionales permanecieron hasta que llegaron sus reemplazos para no dejar vacante el organismo. Solo crucé a Spagnuolo y a Romina Núñez en abril, en la Cumbre Mundial de la Discapacidad en Alemania, sin mantener contacto adicional.
CM: A partir de un pedido de acceso a la información pública, que reflejamos en la edición del diario Perfil de este domingo, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia supo que se enviaron más de 855.000 cartas documento a personas con discapacidad, beneficiarios de pensiones, para realizar una auditoría, pero más del 46 % nunca llegó; además, se dieron de baja 110.000 pensiones. Es decir, muchos ni siquiera se enteraron de que estaban siendo revisadas. ¿Se enteró de cómo comenzó esto? ¿Recibió algunas quejas? ¿Cuál es su apreciación sobre esta situación?
Este fue un proceso cuyo objetivo era reducir esa inversión del Estado en fondos para las personas que cobran pensiones no contributivas, que cuando nos fuimos eran casi 1.200.000 personas. Se hizo muy mal porque se llevó a cabo sin contemplar los criterios necesarios para la discapacidad, incluso para la auditoría, sin considerar que los correos privados no llegan a determinadas zonas del país. Además, se impulsaron direcciones falsas, y por otro lado cambiaron los criterios: muchas pensiones otorgadas durante nuestra gestión, alineadas con criterios modernos de discapacidad según la Convención de Naciones Unidas, fueron retrotraídas. También empezaron a decir: «Estas pensiones están mal dadas, entonces hay que darlas de baja«, como si se cambiaran las reglas en el entretiempo de un partido.
Daniel Garbelini, el otro integrante del equipo exonerado de la dirección que usted dirigió, supuestamente provenía de la época de Macri y Spagnuolo lo denunció como la persona que actuaba como nexo en la corrupción. ¿Lo conoció durante la gestión que venía, continuó en algún momento con la dirección con ustedes o tiene alguna información u opinión sobre él?
Al exintegrante de la gestión macrista y señalado por Spagnuolo como nexo de corrupción, nosotros no lo conocimos; cuando asumimos, no había funcionarios de la gestión anterior para explicar nada, solo los daños que dejaron.
¿Qué sintió al escuchar que la mamá de Ian Moche contó que Spagnuolo dijo, «Si vos tuviste un hijo discapacitado no es un problema del Estado»?
Yo sentí mucha indignación porque no se puede dirigir el organismo de discapacidad sin conocimiento del tema. Usar la agencia para este ensañamiento con personas con discapacidad y este saqueo de la caja de ANDIS es inaceptable. Ojalá que las organizaciones que hoy hacen conferencias de prensa sigan diciendo “nunca más con la discapacidad”. Esto ya pasó con las pensiones en la gestión macrista, donde mucha gente murió antes de que la justicia pudiera restituir las pensiones.
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