El derretimiento de un glaciar inunda la capital de Alaska: cientos de casas afectadas

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El derretimiento de los glaciares debido al calentamiento global está causando ya problemas en núcleos urbanos y ciudades, no solo en regiones de alta montaña alejados de centros poblados donde todo pasa inadvertido. Esto es lo que sucede en la propia capital del estado de Alaska, Juneau, que durante los últimos días ha sufrido graves inundaciones como consecuencia del deshielo del glaciar Mendenhall.

El río que traviesa esta ciudad se ha desbordado debido a la gran cantidad de caudal procedente del derretimiento de este glaciar, lo que ha obligado a evacuar numerosas viviendas para evitar desgracias personales, si bien no se han podido evitar cuantiosos daños materiales.

Una capital amenazada por el deshielo

El glaciar Mendenhall se encuentra a unos 19 kilómetros de Juneau, donde viven unas 30.000 personas, y constituye una atracción turística de gran popularidad por su proximidad a la capital de Alaska y su fácil acceso para los excursionistas.

La placa indica hasta dónde llegaba el hielo en 2011 en este glaciar de Alaska / Agencias

Las primeras casas de las afueras de la ciudad se encuentran a pocos kilómetros del lago Mendenhall, situado debajo del glaciar, y muchas de las viviendas están a orillas del río que recibe la descarga de aguas del glaciar en su deshielo.

El año pasado ya se registraron inundaciones inusuales, pues la altura de las aguas alcanzó los cinco metros. Pero la semana pasada la situación fue aún peor, si bien al cabo de pocos días las aguas fueron retrocediendo. En todo caso, según el Servicio Meteorológico Nacional, se ha superado el récord del año anterior, lo que causa preocupación entre las autoridades, por la tendencia que parece estar consolidándose de cara al futuro.

Cientos de casas destruidas desde 2011

En realidad, estas inundaciones de la cuenca empezaron a convertirse en una preocupación desde 2011, pues a partir de entonces éstas han inundado y destruido cientos de hogares. Aunque las autoridades instalaron barreras provisionales frente a las viviendas para detener las aguas, todo indica que éstas podrían ser insuficientes si persiste la situación. Estas barreras consisten en sacos de arena de gran tamaño para preservar casi 500 casas.

Vista aérea de un barrio inundado por el glaciar / Agencias

El año pasado, casi 300 viviendas resultaron dañadas. Una sola inundación puede liberar un volumen de agua equivalente al de 23.000 piscinas olímpicas, según el Centro de ciencia de Adaptación Climática de Alaska. Durante las inundaciones de 2024, la tasa de flujo en el caudaloso río Mendenhall fue aproximadamente la mitad del de las cataratas del Niágara, según los expertos.

Dado que las barreras de sacos de arena podrían no ser suficientes en el futuro, ahora se está trabajando en la construcción de un dique a lo largo de 4 kilómetros de ribera para hacer más efectiva esta protección. En todo caso, cualquier solución está ocasionando fuertes inversiones para las instituciones locales, que se ven impotentes para frenar la violencia de estas inundaciones de manera eficaz.

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