Netflix encontró en los thrillers de alto voltaje una fórmula que no falla. Después del impacto de Entrevías, con José Coronado y Luis Zahera, otra producción española volvió a meterse en el radar de miles de usuarios y logró que el misterio quede dando vueltas en la cabeza: El desorden que dejas.
La miniserie, de tan solo ocho capítulos, no da muchas vueltas: desde el primer minuto coloca al espectador en un juego psicológico donde nada es lo que parece. Secretos guardados bajo llave, traiciones impensadas y un guión que va tejiendo cada detalle con precisión quirúrgica hacen que sea casi imposible no darle al “siguiente episodio”.
Basada en la novela de Carlos Montero, creador también de Élite, la trama de El desorden que dejas se mueve entre dos tiempos narrativos que se cruzan sin aviso. El epicentro es un instituto de un pueblo gallego, escenario aparentemente tranquilo que esconde más sombras que certezas. Allí, dos mujeres se convierten en el corazón de una historia cargada de tensión.
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Por un lado aparece Raquel (Inma Cuesta), una profesora que llega como sustituta para cubrir el puesto de Viruca (Bárbara Lennie). Lo que al principio parecía un desafío laboral se convierte en un viaje oscuro: la muerte de Viruca fue catalogada oficialmente como suicidio, pero los indicios apuntan a algo mucho más siniestro. Amenazas, manipulación y silencios selectivos empiezan a salir a la superficie.
DE QUÉ TRATA EL DESORDEN QUE DEJAS, LA SERIE ESPAÑOLA FUROR EN NETFLIX
La llegada de Raquel tampoco es casual. Su esposo tiene raíces en ese pueblo y ese vínculo emocional pesa más de lo que ella imagina. Su vida, que buscaba un nuevo comienzo, se topa con un laberinto psicológico donde cada mirada parece esconder una advertencia y donde hasta un aula puede convertirse en un terreno hostil.
La narrativa de El desorden que dejas establece un juego de espejos entre Viruca y Raquel: una segura y arriesgada; la otra, vulnerable pero dispuesta a desafiar límites impensados. En ese ida y vuelta aparecen los alumnos, con Iago como figura clave. Carismático y problemático, guarda secretos sobre Viruca que se transforman en un arma de manipulación contra Raquel.
A esa ecuación se suma Mauro (Roberto Enríquez), ex esposo de Viruca y colega en el instituto. Aunque su apoyo resulta vital para que Raquel comprenda parte del entramado, también despierta dudas sobre sus verdaderas intenciones. Nadie parece estar del todo limpio en esta historia.
El gran diferencial de El desorden que dejas frente a otros thrillers escolares es que sus conflictos no son exageraciones gratuitas: se anclan en realidades duras como el bullying, las relaciones tóxicas, la presión social, la corrupción y los secretos familiares. El resultado es un relato intenso, con personajes complejos y emociones que traspasan la pantalla.
Con un elenco encabezado por Inma Cuesta, Bárbara Lennie, Tamar Novas, Arón Piper y Roberto Enríquez, la serie confirma que el suspenso español tiene marca registrada en Netflix y que, en pocos episodios, se puede construir un universo tan atrapante como el de las grandes producciones de varias temporadas.