La variante XFG del COVID-19, conocida popularmente como Stratus o “Frankenstein” por ser el resultado de la recombinación de dos linajes de Ómicron, fue detectada en Argentina, según el Boletín Epidemiológico Nacional (BEN) que publica semanalmente el Ministerio de Salud.
XFG es el resultado de la recombinación de las subvariantes LF.7 y LP.8.1.2 de Ómicron, un proceso que fue comparado en varios medios internacionales con la creación del “monstruo” de Mary Shelley, por su naturaleza híbrida, de ahí deriva la denominación popular de “Frankenstein”.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como las autoridades sanitarias nacionales coinciden en que “el riesgo adicional para la salud es bajo”.
Esta recombinación genética, frecuente en la evolución del SARS-CoV-2, permite que el virus adquiera nuevas características y, en ocasiones, ventajas adaptativas que favorecen su diseminación.
La OMS incluyó a Ómicron XFG en la lista de “variantes bajo monitoreo” (VUM) debido a su rápida expansión en Asia, Europa y América Latina, aunque hasta el momento no se observó un aumento en la gravedad de los cuadros clínicos asociados.
En ese sentido, el reporte epidemiológico indicó que esta subvariante no representa mayor transmisibilidad o peligro: “No hay informes que sugieran que la gravedad de la enfermedad asociada sea mayor en comparación con otras variantes circulantes», detalla el boletín.
El monitoreo internacional muestra que XFG ya fue reportada en al menos 38 países. Desde fines de mayo hasta fines de junio, la proporción global de XFG aumentó de 7,4 % a 22,7 %, con incrementos notables en el Sudoeste Asiático, Europa y América, especialmente en Brasil.
En países del sudeste asiático, donde XFG alcanzó las mayores proporciones, se registraron aumentos en casos y hospitalizaciones, pero sin evidencia de cuadros más severos en comparación con otras variantes circulantes, señala el reporte epidemiológico nacional.
En total, se identificaron tres casos de XFG entre las 164 muestras secuenciadas provenientes de 14 jurisdicciones argentinas, en un contexto donde la circulación de COVID-19 se mantiene baja y predominan otras variantes de Ómicron, como LP.8.1 y XEC.
La información, actualizada al 31 de julio de 2025, subraya que la vigilancia genómica sigue siendo una herramienta clave para la detección temprana de nuevas variantes, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional.
Cuáles son los síntomas
Uno de los aspectos clínicos más llamativos de la variante Ómicron XFG es la aparición frecuente de ronquera o afonía, un síntoma que puede permitir a los médicos diferenciarla de otras variantes.
Además de la disfonía, los pacientes pueden experimentar fiebre, dolor de garganta, tos seca, fatiga y malestar general, síntomas habituales en las infecciones por SARS-CoV-2. Teijeiro explicó que XFG no genera una sintomatología más grave, aunque puede provocar “disfonía e inflamación de la laringe” más rápidamente.