Las canas aparecen cuando menos lo esperas y, aunque muchas personas deciden lucirlas con orgullo, otras prefieren disimularlas sin complicarse la vida con decoloraciones o tratamientos invasivos. Elegir el tono de tintura correcto puede ser la clave para que esos cabellitos blancos pasen desapercibidos y, al mismo tiempo, le da un aire fresco y moderno a tu cabellera.
El secreto para disimular las canas está en el tono que elegís. Según el blog de una marca especializada, lo mejor es optar por un tinte 1 o 2 tonos más claros que el color natural del pelo. Por lo general, los tonos claros se mezclan mejor con las canas, mientras que el retoque de la raíz es menos evidente.
Y para que la tintura penetre bien hasta en las canas más rebeldes, se debe dejar actuar por 45 minutos antes de enjuagar; asimismo, se recomienda buscar fórmulas que aporten hidratación extra.
Si no querés un cambio drástico, mantenete cerca de tu tono base. Esto también facilita los retoques y evita un efecto multicolor (entre la raíz, las canas y la tintura) que todos quieren evitar.
De acuerdo con un artículo de All Things Hair US, el balayage en tonos caramelo es perfecto para lograr un efecto natural y luminoso en las melenas que sufren de esos temidos cabellitos blancos. Si tu pelo es rubio o querés aclararlo, entonces te conviene elegir un estilo “dirty blonde”, que ayuda a camuflar las canas entre reflejos claros y crea un aspecto juvenil.
Para cabellos más oscuros, el chocolate mocha con reflejos en tonos café o avellana puede sumar dimensión y movimiento, desviando la atención hacia las puntas. Y si preferís algo más audaz, un cobre intenso puede transformar por completo tu look, ya que mezcla las canas con un color vibrante.
Si querés una opción natural, la henna puede cubrir las canas sin dañar tu cabello. Otra alternativa, de acuerdo con el blog de Herbal Essences, es aclarar el pelo con un tónico de manzanilla o usar sprays temporales. Dichos productos ofrecen una solución lenta pero eficaz.