Entre internas salvajes, acuerdos de emergencia y una dirigencia política de las fuerzas gobernantes en nación provincia, cada vez más alejada de las necesidades populares, el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires expuso las grietas del régimen político y su crisis actual. Hacia las próximas elecciones del 7 de septiembre para cargos provinciales, el contexto político de este cierre en medio de tensiones, es el de un gobierno nacional que atraviesa una de sus semanas más turbulentas y el de un PJ impactado por sus fragmentación y cruces internos que lo llevó a negociaciones hasta la madrugada y pedidos de prórroga para inscribir sus candidatos varias horas después del cierre formal de medianoche. Frente a las opciones de la motosierra y represión nacional y el ajuste provincial, el Frente de Izquierda Unidad se presentó una vez más, como fuerza alternativa a todos y con un programa de ruptura real con todo ajuste y a favor de las mayorías trabajadoras y de la juventud.
El laboratorio bonaerense de la crisis del régimen político
La provincia de Buenos Aires, con alrededor del 40% del padrón nacional, volvió a ser el epicentro del reordenamiento político de cara a las elecciones de medio término. Sin embargo, lejos de tratarse de una simple disputa electoral, el cierre de listas dejó al desnudo una profunda crisis de representación.
Por un lado, La Libertad Avanza de Javier Milei mostró fisuras internas, roscas de último minuto, rasgos de improvisación y algunos eyectados. El presidente Milei presionó por una mayor “pureza ideológica” mientras entregó la lapicera electoral a su hermana Karina, lo que desató una crisis con el asesor estrella Caputo que perdió terreno en la ubicación de los suyos en la lista.
Este armado de Karina Milei cosechó el acuerdo con el PRO de Ritondo y Santilli, quienes entregados aceptaron desde perder su nombre y su color histórico para sumarse a la LLA violeta, hasta tener pocos lugares en la futura lista nacional y en muchos concejos. Este acuerdo colocó en la populosa Tercera Sección electoral a un excomisario de perfil represivo y punitivista, Maximiliano Bondarenko, como principal candidato y en la Primera Sección al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, hombre afín a a Bullrich.
Paralelamente, este acuerdo tuvo también otro elemento de crisis; hizo que cuatro intendentes del PRO rompieran y se fueran a otro armado provincial con sectores de la UCR, la Coalición Cívica y algunos peronistas, la lista SOMOS referenciada en Manes, Lousteau, Schiaretti y Randazzo. Lista que se juega a robarle votos tanto a LLA como a Fuerza Patria del peronismo y lleva al actual intendente de Tigre a la cabeza de la Primera sección y a un actual diputado provincial de la UCR en la Tercera.
El PJ y un acuerdo de último momento
Del otro lado, el Partido Justicialista bonaerense se encontró durante todas las negociaciones, atrapado entre sus fuertes peleas internas, la proscripción y detención de CFK, la administración provincial del ajuste y la pérdida total de iniciativa política. Con Axel Kicillof rodeado de obstáculos tras meses de zigzagueos e internas, el PJ recién a altas horas de la madrugada del domingo encontró un acuerdo y unidad defensiva, sin horizonte ni proyecto común. La vice de Kicillof, Verónica Magario encabezará la Tercera Sección electoral y Gabriel Katopodis la Primera Sección, ambos afines a Kicillof y en principio con candidaturas de carácter testimonial. El camporista Ariel Archanco encabeza la octava sección platense. Y otros referentes de este sector y del massismo ocupan otros lugares en secciones y municipios.
La lista presentada con el acuerdo de los tres sectores fundamentales de CFK, kicillof y Massa, intenta preservar lo que puede, sumando a sectores territoriales, sindicales,sociales e intendentes, pero sin ninguna respuesta concreta frente al brutal deterioro social que atraviesa la provincia. La agenda de las listas peronistas, marcada por acuerdos de cúpula y una crisis que continuará pese a este frágil armado, parece girar en un loop eterno de autoconservación, dejando de lado la discusión sobre el ajuste en curso, el desempleo o la caída del salario.
La alternativa del Frente de Izquierda Unidad
Frente a este escenario, el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) presentó listas comunes en toda la provincia y anunció desde una Conferencia de Prensa en La Matanza, una campaña militante para llevar una salida de fondo a la crisis. Con candidatos y candidatas surgidos de la lucha contra el ajuste, del movimiento obrero combativo, del movimiento de mujeres y de la juventud, la izquierda busca canalizar la bronca social en una propuesta anticapitalista y de ruptura con los responsables del desastre.
El FIT-U denunció la motosierra de Milei y su pacto con el FMI, la complicidad del PJ y de la UCR en la votación de la Ley Bases y llamó a organizar una alternativa política desde los de abajo. Ya que también denuncia el ajuste en curso en la provincia de Buenos Aires, administrada por el peronismo de Kicillof.
Además, el Frente de Izquierda viene poniendo el foco en la necesidad de un plan de lucha nacional, articulado con la intervención política independiente de la clase trabajadora. En ese sentido, desde el MST en el FIT-U estamos impulsando una campaña que disputará fuerte en el plano electoral, y a la vez se combinará con el impulso de las luchas en curso contra despidos, cierres de fábricas y la avanzada represiva del gobierno.
Nuestras principales candidaturas
En una conferencia de prensa realizada este sábado 18 de julio en La Matanza, el Frente de Izquierda anunció que llevará candidaturas en las ocho secciones electorales y en alrededor de 100 municipios, incluyendo los principales distritos del conurbano. En la misma se anunciaron las candidaturas de Alejandro Bodart como candidato en la 1ra sección junto a Romina Del Pla, como así también Ana Paredes Landman y Guillermo Pacagnini en la 3ra, junto a Nicolás Del Caño y Leonel Acosta en la 8va junto a Laura Cano. También en el caso de la importante 6ta Sección, quien encabezará la lista será el docente del MST Hector Zaris y en la 7ma Sección Emiliano Marin, también del MST en el FIT-U.
Asimismo, entre los principales distritos de la Provincia, estará Natalia Espasa, referente de izquierda y del MST que encabeza la lista en Pilar; Pablo Lopardo, trabajador estatal y actual concejal por el MST en el FIT-U encabeza en Moreno; Mario Torroba, trabajador municipal encabeza la lista en Berazategui y Malaspina Ruben, quien encabeza en San Vicente.
Al respecto, la jóven docente y actual concejal de La Matanza Ana Paredes Landman, una de las principales candidatas a diputada por la 3era nos decía: “Frente a la motosierra y represión del gobierno nacional y también del ajuste provincial del gobierno de Kicillof, queremos fortalecer una alternativa verdaderamente de izquierda. Los trabajadores y trabajadoras necesitan una voz que defienda sus salarios, sus derechos y los servicios públicos como la salud y la educación, desde una perspectiva anticapitalista y socialista, contra los intereses de las corporaciones y los grandes terratenientes. El ausentismo electoral viene siendo una constante en todas las elecciones, durante este año y es lógico: la oferta de los partidos tradicionales y la rosca por arriba de autopreservación de privilegios no tiene nada que ver con la diaria de la mayoría de la gente. A todos ellos les queremos transmitir un mensaje: ese hastío, esa bronca, se puede transformar en un voto por la positiva, bancando al Frente de Izquierda. Votando a diputados, concejales y bancas de gente que no es profesional de la política tradicional, sino trabajadores, trabajadoras, que no transan, que son garantía de coherencia y que siempre está en las luchas”.
Una crisis estructural que abre desafíos
El cierre de listas en la provincia de Buenos Aires no es solo el prólogo de una campaña electoral, sino la fotografía de una crisis política en desarrollo. La crisis descomunal del PJ, la deriva autoritaria del gobierno libertario y la distancia creciente entre la dirigencia y el pueblo trabajador configuran un escenario donde se agudiza la disputa por quién va a pagar la crisis.
En ese marco, el Frente de Izquierda Unidad aparece como la única fuerza que plantea una salida por izquierda, enfrentando tanto al gobierno de Milei como a las variantes del peronismo ajustador. En tiempos de ofensiva reaccionaria, el desafío es construir una herramienta política que levante un programa de transformación social desde abajo, con independencia de clase y una perspectiva anticapitalista y socialista.