El Gobierno busca un enfoque a la política migratoria integral, que no se centre solo en la vertiente de la seguridad con la lucha contras las redes criminales, sino explorando vías para fomentar la migración regular. Este es uno de los principales objetivos del viaje de Pedro Sánchez este miércoles a Mauritania, uno de los principales países de tránsito, en la que será su tercera visita en año y medio. Desde Moncloa subrayan el papel geopolítico de Mauritania “como socio clave para España y para la UE en el continente africano y en la región del Sahel” y fruto de ello se celebrará la primera cumbre bilateral, que situará las relaciones con este país al nivel de las que se tienen con Marruecos y Algeria.
Al jefe del Ejecutivo lo acompañarán un total de siete ministros. El Gobierno otorga una enorme importancia a esta región, clave para el control migratorio. Tanto Sánchez como los titulares de la vicepresidencia tercera y Transición Ecológica, Interior, Exteriores, Transportes, Inclusión, Transformación Digital y Agricultura mantendrán reuniones bilaterales con sus homólogos, seguidas de una sesión plenaria en la que se adoptarán una declaración política y cuatro acuerdos. Así como una Declaración de Intenciones en materia de Seguridad Social.
Otra de las patas del viaje pasa por intensificar las relaciones empresariales, comerciales y de inversión para promover un “crecimiento económico inclusivo, sostenible y duradero”, según los objetivos marcados desde el Gobierno. En el ámbito cultural, se pretende ampliar la enseñanza del español en este país con la extensión del Instituto Cervantes en Nuakchot, que dependerá del Instituto Cervantes de Rabat.
Mauritania es uno de los países prioritarios de la cooperación española, que se enmarca dentro del enfoque de seguridad 360 grados que promueve el Ejecutivo con la vista puesta en el flanco sur. Los flujos de inmigración ilegal se afrontan desde esta perspectiva securitaria, por lo que entre los objetivos del viaje se encuentra “reforzar el compromiso de España con la prosperidad y el desarrollo sostenible de Mauritania”.
Sánchez anunció durante su primera visita a Mauritania, en febrero del pasado año junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, una ayuda de más de 500 millones de euros destinada a la lucha contra la migración ilegal. Como entonces, desde el Ejecutivo se subraya la apuesta por ayudar a los países de origen y tránsito para reducir los movimientos migratorios.
Como detalla el último informe del departamento de Seguridad Nacional, “el Sahel es una región crítica para España y nuestros intereses comerciales, energéticos y de seguridad”. Además, se subraya que la vía atlántica “se ha convertido en ruta preferente de entrada en España, con una mayor llegada de migrantes procedentes de Mauritania, Mali y Senegal”.
Principal origen de inmigración ilegal
Para España, Mauritania cobra especial interés entre el resto de países del Sahel, ya que es el principal punto de salida de la ruta canaria. “La presión migratoria sobre Mauritania se ha incrementado, debido principalmente a: la degradación de la situación de seguridad en Mali; la proliferación de grupos terroristas en el área; y al aumento del control fronterizo en Senegal”, según recoge el informe. Esto se traduce en una “gran presión migratoria interna en Mauritania (como demuestra el saturado campo de refugiados de M´Berra) y explica la creciente importancia de Mauritania como punto de salida. Ante esta situación, las autoridades mauritanas han establecido una serie de medidas de control fronterizo y migratorio, cuyos resultados se podrán observar en un futuro”.
Mauritania se convirtió en el principal origen de llegada de inmigrantes irregulares a España en 2024. Según el Informe de Seguridad Nacional 2024, llegaron 25.081 inmigrantes desde Mauritania a las costas españolas.