Los problemas económicos que tiene Cuba en la actualidad son profundos y tienen relación con la falta de energía durante gran parte de las jornadas y la carencia de productos de uso masivo. Estos son los reclamos más frecuentes y permanentes de los habitantes.
En ese marco, Marta Elena Feitó debió renunciar a su cargo como ministra del Trabajo de Cuba, tras una fuerte controversia que generaron sus declaraciones ante el Parlamento descartando que existan mendigos en la isla, y asegurando que se trata de personas “disfrazadas”.
Sus palabras provocaron una inusual reprimenda pública por parte del jefe de Gobierno, Miguel Díaz-Canel, quien cuestionó su falta de sensibilidad social.
“La renuncia fue aceptada a partir de la falta de objetividad y sensibilidad con que abordó temas que centran hoy la gestión política y gubernamental, enfocada en atender fenómenos reales y nunca deseados por nuestra sociedad”, afirmó.
Feitó había afirmado en su intervención en el Parlamento: “Cuando usted le mira las manos, le mira las ropas que llevan esas personas, están disfrazadas de mendigos, no son mendigos. En Cuba no hay mendigos”.
La repercusión de esas consideraciones fue inmediata, tanto en la opinión pública como en la clase dirigencial de La Habana, y culminó con la salida de la ministra de su cargo.
Cuba padece restricciones fuertes desde la época en que Estados Unidos dispuso el bloqueo, en la década del 60, y que se acrecentaron en los últimos años como consecuencia de una producción concentrada y poco variada.