Los objetos que guardaban en un zulo y en un chalet constituyen todo un catálogo de herramientas con las que cometer atracos en sucursales bancarias. La Policía Nacional lo llama el «kit del robo violento», y sus detalles se ven en el vídeo de la operación policial con que ha sido desmantelada una peligrosa banda criminal. Tres miembros de un grupo desarticulado en Andalucía atesoraban armas falsas, uniformidad de equipos especiales de la Policía y la Guardia Civil, chalecos antibalas, sistemas de comunicaciones, cámaras, pelucas, caretas de silicona… y un montón de dinero, el procedente de los delitos que iban cometiendo en Cádiz y Málaga.
La Policía atribuye a este grupo el estar preparando una nueva oleada de robos con violencia en el área de la Costa del Sol. Solo les ha dado tiempo de cometer uno.
Los tres detenidos ya tienen carrera de atracadores hecha en España e Italia. «En un zulo en medio del monte», ha difundido este sábado la Policía, el líder del grupo guardaba parte del kit. Se trata de un veterano que en 2002 ya conoció la cárcel tras haber cometido nueve atracos a mano armada en oficinas bancarias en nueve meses.
De hecho, seguir al atracador hasta su almacén fue parte del inicio de la operación. Esta desarticulación de la banda de atracadores se inicia en un control de la actividad del crimen organizado en el sur. Por el material que guardaba el líder, su esposa y un socio, la Policía llegó a la conclusión de que estaban preparando una campaña de atracos.
Vigilar el banco
De hecho, a diario desarrollaban los atracadores una labor de vigilancia. El líder y su mujer se apostaban cerca del banco a la hora de la apertura, anotaban qué personas iban y venían y en qué momentos del día… y un dato importante para sus planes: el ritmo, la cadencia de paso de las patrullas policiales ante la oficina bancaria. Durante el mes de junio llegaron a hacer esta vigilancia en siete sucursales, que la Policía considera parte de la «lista de objetivos» de la banda.
La operación se ha adelantado por el riesgo inminente de atracos que ya presentaba el grupo. De hecho, el 26 de junio trataron de dar un golpe en una sucursal de Estación de Cártama (Málaga) al poco de las ocho de la mañana. Como si fueran al trabajo, se habían acercado con su coche, lo habían aparcado fuera de la zona, a unos 100 metros, y habían robado una moto para usarla en el delito.
En este golpe apareció el socio. Los dos hombres entraron en la sucursal y la mujer quedó fuera vigilando desde el coche, que tenía en marcha por si había que huir rápido. Los dos hombres flanquearon la puerta del banco con gorras y pelucas. Al poco salieron con 108.500 euros robados metidos en una bolsa, e iban a coger la moto cuando policías de paisano se les echaron encima. Llevaban dos pistolas simuladas y una granada de mano.
Ha contado la Policía, tras observar las imágenes de las cámaras de seguridad, que los atracadores se movían con profesionalidad, tomando el control de la gente en la sucursal con eficacia y rapidez. Cuestión de experiencia.