Con fútbol, chocolate caliente y pastelitos, Parque Futura fue escenario del lanzamiento del programa “El barrio es nuestro”, una iniciativa del Ministerio de Desarrollo Humano que busca fortalecer el entramado comunitario desde la infancia. El proyecto se basa en actividades deportivas, culturales y recreativas para que los niños y niñas crezcan con derechos, lejos del consumo problemático y en espacios protegidos.
El puntapié inicial se dio en el Polideportivo Social “Héroes de Malvinas”, con la presencia de la ministra Liliana Montero, el secretario de Fortalecimiento Vecinal y Deportes Héctor “Pichi” Campana y representantes de congregaciones evangélicas, en articulación con la Municipalidad de Córdoba.
Fútbol como motor de encuentro
En esta primera etapa, el programa se implementa en los barrios Parque Futura y Remedios de Escalada, con la participación de más de 100 chicos y chicas que se entrenarán dos veces por semana bajo la coordinación de docentes de Educación Física de la Universidad Provincial de Córdoba (UPC). Las prácticas se realizarán en espacios públicos, con pelotas, redes y equipamiento provisto por el municipio.
“Queremos que los chicos crezcan con más juego, más comunidad, más derechos. Que entiendan que el barrio es un lugar de pertenencia, de contención y de cuidado. Y que no es de la droga ni del delito”, remarcó Montero en su intervención.
El barrio como espacio de resistencia
La funcionaria insistió en que el nombre del programa es una consigna y una definición política:
“El barrio no es de la droga, ni del delito, ni del narcotráfico. El barrio es de cada uno de nosotros”.
El evento fue también un acto de celebración por el Día de la Independencia. En ese marco, Campana destacó:
“Esta propuesta es como un nuevo 9 de Julio: un punto de partida. No importa la historia de cada chico, importa su futuro. Acá trabajamos unidos por ellos, sin banderas políticas”.
Proyección territorial
La intención del Ministerio es extender la experiencia a más barrios de la capital y del interior provincial, en colaboración con centros vecinales, organizaciones comunitarias y la familia, entendida como pilar del proceso formativo.
Además de la práctica deportiva, los encuentros incluirán instancias de reflexión con las familias, donde se trabajará la importancia del cuidado comunitario, el vínculo afectivo y el derecho a una niñez plena y saludable.