Si estás buscando una receta fácil y deliciosa para aprovechar los duraznos de estación, no te pierdas esta mermelada de durazno casera. Ideal para untar en tostadas, rellenar tartas o acompañar postres, esta conserva casera te permite disfrutar del sabor del verano durante todo el año.
Ingredientes
1 kg de duraznos frescos y maduros
700 g de azúcar
Jugo de 1 limón
1/2 taza de agua (opcional)
Preparación paso a paso
1. Preparar los duraznos
Lavar bien los duraznos, pelarlos y quitarles el carozo. Cortarlos en cubos pequeños. Si la piel es muy fina y te gusta una textura más rústica, podés dejárselas.
2. Macerar la fruta
Colocar los duraznos en un bowl grande con el azúcar y el jugo de limón. Mezclar bien y dejar reposar por al menos 1 hora (podés dejarlos en la heladera toda la noche). Este paso ayuda a que los duraznos suelten su jugo y se integren con el azúcar.
3. Cocinar la mermelada
Volcar la mezcla en una olla grande y llevar a fuego medio. Agregar un poco de agua si lo necesitás para evitar que se pegue al principio. Cocinar durante 40 a 60 minutos, revolviendo cada tanto con cuchara de madera.
Durante la cocción, ir retirando la espuma que se forma en la superficie para lograr una mermelada más clara y suave.
4. Verificar el punto justo
La mermelada está lista cuando al colocar una cucharadita en un platito frío y pasar el dedo, la preparación no se vuelve a unir. También debe tener un aspecto espeso y brillante.
5. Envasar correctamente
Colocar la mermelada caliente en frascos de vidrio esterilizados. Cerrar bien y dar vuelta los frascos para crear vacío. Dejar enfriar boca abajo.
Consejos útiles
Si preferís una textura más homogénea, podés licuar los duraznos antes o después de la cocción.
Esta mermelada se conserva hasta 6 meses en un lugar fresco y oscuro. Una vez abierta, guardarla en la heladera.
Para una versión más baja en azúcar, podés usar edulcorantes aptos para cocción, respetando las indicaciones del fabricante.