Hacer pan casero es una experiencia reconfortante y deliciosa. El aroma que invade la cocina, la textura crujiente por fuera y suave por dentro hacen que valga la pena cada minuto. En esta receta te enseñamos cómo hacer pan casero con ingredientes simples y un paso a paso fácil de seguir, ideal tanto para principiantes como para panaderos aficionados.
Ingredientes
500 g de harina de trigo (000 o 0000)
10 g de sal
10 g de azúcar
10 g de levadura seca o 25 g de levadura fresca
300 ml de agua tibia
2 cucharadas de aceite (opcional)
Tip: Para un pan más saludable, podés reemplazar la mitad de la harina blanca por harina integral.
Paso a paso
1. Activar la levadura
En un recipiente pequeño, mezclá la levadura con el azúcar y parte del agua tibia (unos 100 ml). Dejá reposar 10 minutos hasta que se forme una espuma. Esto indica que la levadura está activa.
2. Mezclar los ingredientes
En un bol grande, colocá la harina y la sal. Hacé un hueco en el centro y agregá la levadura activada y el resto del agua tibia. Incorporá el aceite si decidís usarlo.
3. Amasar
Mezclá todo hasta formar una masa. Amasá durante 10 minutos sobre una superficie ligeramente enharinada hasta que la masa esté suave y elástica.
4. Primer levado
Colocá la masa en un bol limpio, cubrila con un paño y dejala reposar en un lugar cálido durante 1 a 2 horas, hasta que doble su tamaño.
5. Dar forma y segundo levado
Desgasificá la masa con las manos, formá un bollo o dividila en porciones para hacer panes individuales. Colocá en una fuente para horno ligeramente aceitada y dejá reposar otros 30 a 45 minutos.
6. Hornear
Precalentá el horno a 200 °C. Horneá el pan durante 30 a 40 minutos, hasta que esté dorado y suene hueco al golpearlo por debajo.
7. Enfriar
Dejá enfriar sobre una rejilla antes de cortar para que conserve su humedad interna.
Consejos
Si querés una corteza más crocante, colocá un recipiente con agua en el horno durante la cocción.
Podés agregar semillas, hierbas secas, queso rallado o aceitunas para personalizar el sabor.
Conservá el pan envuelto en un paño o bolsa de tela para que no se seque.