-Hemos llegado al ecuador del mandato, ¿qué balance hace de la gestión realizada por el PP?
-Este gobierno va a la deriva. El balance es nefasto y el alcalde basa todas sus decisiones en tres pilares fundamentales. El primero es que en todas sus tomas de decisiones tiene una visión partidista, no está defendiendo a todos los cordobeses, sino mirando especialmente a la Junta de Andalucía. Por ejemplo, en el sistema sanitario, donde la Junta no cumple su compromiso con el centro de salud de Villarrubia, después de cuatro años, y el Ayuntamiento no está reclamando, ni exigiendo que ese compromiso se cumpla. O lo último que ha pasado con el convenio de la Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), donde se llegó a un acuerdo en una comisión municipal, pero llega ese acuerdo a la Junta y lo varía permitiendo un mes más de libertad horaria, y este Ayuntamiento no dice nada. Otro factor es que este alcalde prima siempre el gran negocio frente al derecho. Eso lo hemos visto con los cines de verano, dejando pasar la oportunidad de comprarlos, abandonándolos a la suerte de la empresa privada. Y en cambio, con las viviendas turísticas se hizo una moratoria mal y tarde, que sólo afecta a viviendas turísticas y en cambio los apartamentos turísticos pueden todavía hacer ese gran negocio. O, por ejemplo, el glamping, ese proyecto en un suelo no urbanizable de alto valor agrícola, que nos vamos a cargar para hacer un camping de lujo. Por el negocio, todo por la pasta, volvemos a revertir la cuestión, permitir instalar luz y agua y no pensamos en otras zonas que sufren también ese problema como las parcelaciones. O en cultura, donde apoyan el Córdoba Live frente a iniciativas municipales como Riomundi o Kalendas, aunque nos haga la competencia a nuestro Festival de la Guitarra. O Poniente Sur, un barrio en expansión que cuando comenzó en 2004 tenía 80.000 metros de espacio público para salas deportivas o colegios y ya solo quedan 4.000 metros, porque lo hemos cedido a iniciativas privadas. Y por último, en toda la gestión del PP se ve la profunda sordera y soberbia de su mayoría absoluta.
-¿Qué alcalde tiene Córdoba y qué alcalde necesitaría Córdoba?
-El alcalde no escucha. Las palabras que pronunció en Orive durante su toma de posesión, procurando consenso y acercamiento con todas las entidades y fuerzas públicas se quedaron huecas y flotando allí en Orive. Se ha olvidado de ellas, lleva dos años sin establecer consensos, sin reunirse, sin bajar a los barrios. Yo invito al alcalde a que vaya a Santa Cruz, que lleva 6 años sin visitarlo. O que vaya a los polígonos industriales, que están abandonados, sin seguridad y en condiciones salubres. El alcalde que necesita esta ciudad es un alcalde que se preocupe por las personas y que las ponga en el centro, por los problemas reales. Bellido solo está preocupado por la política espectáculo, siempre intentando anunciar y echarse una foto como sea.
Con la bandera de los servicios públicos y el ataque frontal a la política que hace «negocio de los derechos públicos», Hacemos exige al alcalde que ponga en el centro de las políticas municipales a las personas.
-¿Qué es lo más urgente que necesita Córdoba?
-Que este equipo de gobierno cambie de rumbo 180 grados porque es incapaz de gestionar, trabajar y arremangarse.
Juan Hidalgo, portavoz de Hacemos Córdoba, junto a la sede del Ayuntamiento. / A. J. González
-¿Qué relación tienen ahora mismo con el grupo municipal del Partido Popular?
-Hacemos siempre ha intentado trasladar las propuestas, tender la mano, intentar llegar a acuerdos con el PP, pero hasta el momento hemos picado en piedra y caen en saco roto el 95% de nuestras ideas.
Este grupo se deja la piel todos los días en la defensa de los intereses públicos
-De los planes que ha impulsado o que lleva adelante el gobierno municipal, de gobernar ahora mismo Hacemos, ¿con qué continuaría?
-Con el arreglo de la fachada del estadio del Arcángel, que parece un campo de fútbol de Sarajevo.
-¿Qué modelo de ciudad defiende Hacemos? ¿Qué alternativa plantea si estuvieran gobernando?
-Primero poner en marcha un sistema de gobernanza donde escuchemos a todos, establecer prioridades y atender los problemas de la gente. Es sentido común. Y luego, gestionar los impuestos de todos de la mejor manera.
-¿Qué nota le pondría al alcalde?
-Un 2.
-¿Y a la oposición?
-La oposición tiene muchas dificultades con esta mayoría absoluta. No seré yo el que nos apruebe o suspenda, eso tiene que hacerlo la ciudadanía, pero desde luego este grupo se deja la piel todos los días en la defensa de los intereses públicos.
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