Carta 1) La sacerdotisa: intuición. Sabiduría. Verdad interior. Espiritualidad. Lo oculto.
Carta 2) La torre: final inesperado. Caída. Destrucción. Nuevo comienzo.
Carta 3) El emperador: poder. Autoridad. Liderazgo. Responsabilidades. Decisiones y límites firmes. Capacidad de construir con bases sólidas.
Mensaje final:
La persona por la que se consulta está atravesando un gran cambio como consecuencia de un final inesperado y repentino. Algo que creía sólido en su vida, no lo era, y por eso se ha destruido. Prácticamente no quedan más que ruinas y hay que empezar de nuevo. El nuevo comienzo es la parte positiva de la torre, porque se abre una oportunidad de hacer las cosas mejor está vez. Igualmente, es un tiempo difícil, en donde puede haber confusión, inseguridad, miedo y duelo por lo que se destruyó. No hay remedio para las consecuencias negativas, hay que atravesar esa oscuridad, pero poco a poco habrá que empezar otra vez a construir algo más fuerte. Quizás aún la persona no tenga toda la fuerza necesaria para tomar decisiones claras y firmes como haría un emperador. Probablemente, el golpe ha sido fuerte porque nunca lo imaginó y la ha tomado por sorpresa. Tal vez se siente con desgano y sin fuerzas para recomenzar, pero la fuerza, aunque oculta en este momento, la posee en su interior. Tiene que buscarla en su corazón y en su intuición, en la sabiduría de su yo superior, en Dios. No en el afuera, en las opiniones de otros, porque las respuestas, la energía y la luz son suyas, en su interior reside la fuente que lo nutre, por eso ahí debe buscarlas, dejándose guiar por la intuición. Las cartas predicen un nuevo comienzo acompañado de un gran crecimiento espiritual, aunque por el momento esta persona se sienta con baja autoestima y sin poder, es una etapa que finalizará y vendrán nuevos inicios, donde se podrá construir algo con bases sólidas que perdurará en el tiempo.
