En un trágico suceso ocurrido en la localidad bonaerense de Florencio Varela, en principio se creyó que una mujer de 47 años terminó con la vida de su hijo de seis años, quien padecía autismo, y luego se quitó la vida con un disparo en el pecho. Sin embargo, los resultados de la autopsia afianzaron una nueva hipótesis que pone al padre de la familia en el centro de las sospechas.
Todo ocurrió en una casa en la calle Pehuajó al 2317, en el barrio El Rocío, en Bosques, donde Micaela Andrea Lator, de 47 años, y su hijo, Esteban Nicolás Cuello, de seis, fueron encontrados muertos.
Micaela falleció primero
Las autoridades “rechazan la teoría inicial, incluso el testimonio de este hombre, Fernando Cuello, de 47 años, que aseguró que había encontrado los cuerpos de Micaela, su mujer, y de Esteban, su hijo de seis, muertos”. Además, salieron a la luz dos datos clave sobre la muerte de Micaela y su hijo Esteban. El primero de ambos es sobre ella: “Micaela murió alrededor de las 12 del mediodía del viernes, pero de dos tiros, no de uno como se creía en el comienzo, lo cual descarta la teoría de un suicidio”.
Luego, se supo cómo fue el deceso del menor: “Y además la muerte del nene ocurrió más tarde, según la autopsia, ocurrió cerca de las 18 horas, seis horas después del fallecimiento de su madre”.
En este momento, la policía analiza la coartada de Cuello: “Ahora los investigadores intentan averiguar si efectivamente Cuello fue a trabajar el viernes, como había dicho, el hombre había dicho que había vuelto a su casa del trabajo y que los había encontrado muertos”.
Finalmente, contaron cuál fue la primera defensa del principal sospechoso: “La madre de ella y dos de sus primos se habían quitado de la vida, esto es lo que declaró su marido, pero ahora las hipótesis apuntan a su responsabilidad en este doble homicidio”.