Casi una década después del primer intento, la Gerencia de Urbanismo inicia las obras de restauración del convento de Regina Coeli de Córdoba, un inmueble catalogado Bien de Interés Cultural y que se encuentra en completo estado de ruina. La empresa de Granada Construcciones Glesa SA comienza este miércoles las obras de restauración por un periodo de ejecución de 11 meses y con un presupuesto de 1.195.837,22 euros (IVA incluido). La constructora que emprende esta primera fase de la reforma de esta joya patrimonial ha acometido diversos proyectos en la ciudad como la conexión de los Jardines de Orive con la calle Capitulares, el asfaltado de la calle Alfaros o las obras del parque de El Patriarca.
El alcalde, José María Bellido, y el presidente de la GMU, Miguel Ángel Torrico, han expresado hoy su satisfacción por el inicio de estas esperadas obras que persiguen recuperar el inmueble para darle un uso cultural y turístico similar al que tiene la Sala Orive, que acoge desde exposiciones a conferencias, pasando por actos institucionales. Bellido y Torrico han puesto en valor el trabajo que el equipo de gobierno viene realizando de cara a la recuperación del patrimonio histórico-artístico de la ciudad con intervenciones que está en marcha como la del convento de Santa Clara y otras que ya se han culminado como la Noria de la Albolafia. Además, han reconocido el duro trabajo administrativo que ha habido que desentrañar para volver a sacar unas obras que llegaron a adjudicarse en 2018, aunque la empresa que ganó el concurso nunca llegó a iniciar los trabajos.
Técnicos de Urbanismo y de la adjudicataria, junto a Bellido y Torrico, en la visita al convento Regina. / CÓRDOBA
Un edificio, muchas vidas
El edificio tuvo numerosos usos después de su vida conventual. La desamortización le permitió tener muchas más vidas después, desde casa de vecinos, hasta fábrica de moneda falsa o fábrica de cera, teatro y bodega, uno de sus últimos destinos. En este sentido, el alcalde ha asegurado que esta obra que da comienzo hoy «recuperará una importante pieza histórica de la ciudad» y «redescubrirá una joya patrimonial del año 1499 que ahora está en estado ruinoso y abandonado».
«Si nada se tuerce podremos volver aquí y ver este edificio en otras condiciones completamente distintas», ha deseado el alcalde para subrayar el esfuerzo y «el empujón» del equipo de gobierno en la recuperación del patrimonio. «Irá quedando menos en el debe de grandes complejos, cuando se terminen las obras iniciadas en el convento», asegura el alcalde.
El artesonado mudéjar, una joya única
La intervención que comienza ahora persigue en líneas generales la consolidación del edificio y la rehabilitación de la iglesia del siglo XVI y su artesonado mudéjar, fechado en 1729, una verdadera joya como ha reseñado también la arquitecta de la GMU, Rosa Lara. La técnica ha explicado que se trata de una armadura de rueda del ocho, policromada con mucha profusión ornamental. Además, se van a recuperar las pinturas de las paredes de la iglesia y los suelos vidriados de la zona del coro, así como la fachada de entrada al convento y se restaurará la escalera de caracol que da acceso al coro. Asimismo, se llevarán a cabo acciones de consolidación del claustro, con la recuperación de las columnas y la fuente.
El convento está abandonado desde la década de los 50 y pasó a manos del Ayuntamiento de Córdoba en los años 80. El arquitecto Juan Serrano acometió una intervención en la que colocó una armadura metálica que ha permitido conservar el artesonado mudéjar, que de lo contrario podría estar ahora en ruinas como el resto del claustro. Además, en los años 90 el arquitecto de la GMU Rafael Castejón también intervino en la reparación de la primera crujía del convento.
Cuando concluya la primera fase se acometerá una segunda fase para la recuperación completa del claustro y la construcción de una parte administrativa y oficinas para dotar el espacio de uso turístico y cultural. Esa fase más compleja que tendrá un plazo de duración de 15 meses, ya está redactada y tendrá un presupuesto de 2,5 millones.
Primera fase
La primera fase de la rehabilitación de este edificio enclavado en la calle Regina, entre San Pedro y el Realejo, incluye la limpieza, consolidación, protección y puesta en valor del artesonado mudéjar que cubre la totalidad de la nave principal de la antigua iglesia del convento, la limpieza, consolidación, recuperación, conservación y puesta en valor de pinturas murales existentes en los paramentos verticales de la nave principal, la reconstrucción y puesta en valor del coro, sotocoro y escalera de caracol y la recuperación, limpieza, consolidación y restauración del pavimento del sotocoro.
Asimismo, se procederá a la rehabilitación de carpinterías, y cerrajerías de la envolvente de la iglesia, a recuperar el espacio libre noroeste como acceso oriental a la iglesia a través del sotocoro, creando una de zona de encuentro de visitantes de la iglesia y se eliminarán aquellos elementos que alteran los espacios de la edificación tradicional religiosa: tabique de separación coro con nave principal o perfiles metálicos. También se actuará en la puesta en valor y recuperación de la cripta de la iglesia que permitirá a personas con movilidad reducida el acceso desde el coro a la nave principal y viceversa. Por último, se dotará a este espacio de unas condiciones idóneas para poder ser utilizado como lugar de encuentro, tanto para ciudadanos como para turistas.